"Cambio de realidad. Cómo se manifestó mi propósito" es el primer libro que te muestro de lo que será una trilogía. Para poder escribirlo, he tenido que hacer uso de la memoria emocional para recordar dónde estuve yo hace muy pocos años para comprender dónde estás tú ahora y que yo pueda transmitirte lo que a mí me sirvió entonces.
Mi propósito al escribir estos libros es dar lo que es mi visión, mi modo de hacer y entender la vida y la manera en que lo hago. Veo que hay muchas personas que hablan de lo mismo: del despertar de la conciencia, del amor, de la nueva era, de la espiritualidad, de cambios y de tantas otras cosas similares, pero no saben o no quieren trasladar eso a la vida misma, a su vida privada, la del ser, la del Dios que somos. No somos capaces de crear lo que queremos en nuestras vidas. Lo dejamos al azar. Precisamente, se trata de eso, de sacar al Dios que somos y de crear magia a partir de ahí.
Estas personas están atrapadas en esas formas energéticas y no son felices, ni lo serán nunca, puesto que están llenas de contradicciones. Por un lado viven su vida, pero luego asisten una hora a la semana a una meditación, a algún taller o participan en algún foro en busca de un espejo que les devuelva lo que quieren ver. Eso está bien, pero hay que soltarlo, hay que saber hacer uso de las cosas durante un período pequeño de tiempo, el justo para seguir andando.
No poseemos nada. Eso no es el camino. El que te muestro en mis libros, es una “manera de hacer las cosas” que no he visto escrito nunca. Es el camino que yo he hecho, que es el de llevar todo eso a la vida práctica, que es el reconocerte desde donde estás. Es el camino lógico, coherente, sin necesidad de aspavientos ni de palabras sánscritas que adoptamos como nuestras, sin entenderlas. Esa no es la puerta. Eso es una religión más, lo que se llama ahora “alternativo”, la religión del futuro próximo. Si quieres ver otra cosa, lee estos libros y traslada lo que te transmitan a tu mente, para que esta te guíe hasta donde pueda, hasta ese rellano desde donde ya el camino es tuyo y solo tuyo. Pero tienes que hacer uso de la mente, de la lógica y de tu ego para llegar hasta ahí. Luchar en contra de esto es no haber entendido nada.
Sé lo que estoy diciendo y tú también lo sabes. Espero que me sirvas como espejo.